¤--» ‡MAG‡NAR‡Ø «--¤

domingo, octubre 30, 2005



Qué cansado eres. Cuánto me pesa tu nombre en el cuerpo. Cuántas ganas de tirarte o correr. Cuánto quisiera no haberte conocido. Odio amarte. Leí en mi celular. Y quizá me dio felicidad saberlo. Porque yo también odio este amor hacia ti. Porque yo también descubrí el daño que me hacía quererte. Porque yo también maldije la distancia, los días, los años que luché contra mí misma. Y ahora me desconozco ante el espejo. Y ahora me miro y me veo diferente. Sí. Soy algo de lo que me enseñaste a ser. Soy un dejo de ti y de nuestra historia. Y lo agradezco. Pero también lo odio. Porque tu agresión psicológica se ha visto reflejada en mis cuestiones filosóficas. Porque mis puños sangrados y mis manos adoloridas son gracias a ti. Porque ahora quiero hacer todo lo que no hice en tantos y tantos años. Me duele mi pasado. Y no puedo arrojarte. Tienes que irte lento. Tienes que irte. Y no te vas. Me veo en el espejo. Me desconozco.